Este estudio, publicado en la edición digital de 'The Lancet' ha revelado que  las personas que viven en zonas con más contaminación al aire libre, incluso en los niveles más bajos comunes en los Estados Unidos, acumulan depósitos en las arterias que irrigan el corazón más rápido que lo hacen las personas que viven en zonas menos contaminadas.

Este estudio muestra que la contaminación del aire acelera la progresión de la aterosclerosis y puede provocar ataques al corazón. Los investigadores midieron repetidamente depósitos de calcio en las arterias del corazón mediante el uso de la tomografía computarizada y evaluaron la exposición de cada persona a la contaminación según su domicilio.

"El estudio proporciona nueva información importante sobre cómo la contaminación afecta al proceso biológico principal que conduce a la enfermedad cardiaca, explica el doctor Joel Kaufman, director de este estudio y autor principal del artículo. 

"La evidencia apoya los esfuerzos internacionales por reducir la exposición a los contaminantes del aire", añade Kaufman, profesor de Ciencias de la Salud Ambiental y Ocupacional y de Epidemiología y Medicina de la Universidad de Washington.

Los especialistas calcularon la exposición de cada participante al material particulado fino ambiental, que es inferior a 2,5 micras de diámetro y demasiado pequeño para ser visto a simple vista. Además de PM 2,5, también se midió la exposición al óxido de nitrógeno y dióxido de nitrógeno, y al carbón negro u hollín.

Así, recogieron miles de mediciones de la contaminación del aire en las comunidades de los participantes en el estudio y en sus casas, el equipo desarrolló y aplicó modelos computacionales que incluían información local sobre el uso del suelo, los volúmenes de tráfico viario y las condiciones climáticas. 

Finalmente, los expertos encontraron que por cada concentración más alta de 5 mg/m3 de PM 2,5, o 35 partes por mil millones de mayor concentración de óxidos de nitrógeno, aproximadamente la diferencia entre las áreas más y menos contaminadas de un área metropolitana de Estados Unidos, los individuos tenían cuatro unidades Agatston por año más rápido en el ritmo de progresión de las puntuaciones de calcio en las arterias coronarias. Se trata de una aceleración del 20% de la tasa de estos depósitos de calcio.