El equipo de investigadores utilizó señales eléctricas, diseñadas para imitar a las de un corazón en desarrollo, para regular y sincronizar las propiedades de latido de cardiomiocitos nacientes, las células que apoyan la función de latido del corazón.

El corazón no puede repararse a sí mismo: si los cardiomiocitos se pierden por una lesión o enfermedad, sólo tienen una mínima capacidad para regenerarse. Los científicos han estado tratando de desarrollar maneras de regenerar corazones mediante el uso de cardiomiocitos cultivados a partir de células del paciente tomadas de la piel o de la sangre.

Para tener éxito, estos cardiomiocitos tienen que responder e integrarse con el músculo que rodea el corazón. Pero, en la actualidad, la inmadurez y los latidos irregulares resultantes de los cardiomiocitos humanos derivados de células madre han limitado su utilidad para la medicina regenerativa y la investigación biológica. "Hemos hecho un descubrimiento emocionante", dice la directora de esta investigación, Gordana Vunjak-Novakovic, profesora de la fundación Mikati de Ingeniería Biomédica y profesora de Ciencias Médicas.

LA ESTIMULACIÓN ELECTRÉCIA INCREMENTA LA CONECTIVIDAD
El equipo de este trabajo cultivó cardiomiocitos derivados de células madre humanas y los rediseñó en estructuras tridimensionales, exponiéndolas posteriormente a señales eléctricas que imitaban las de un corazón sano durante más de una semana. Estos expertos demostraron que esta estimulación eléctrica aumenta la conectividad de los cardiomiocitos y la regularidad de la contracción muscular.

Los investigadores, cuyo trabajo se detalla en la edición digital de 'Nature Communications', planean llevar a cabo estudios fundamentales de cómo el corazón inmaduro desarrolla su función de latir e investigar si los cardiomiocitos "condicionados" tendrán la capacidad de integrarse a la perfección con el músculo cardiaco y proporcionar un funcionamiento sincronizado de los latidos.

"El corazón es un órgano de complejidad increíble, con unos 3.000 millones de células que laten de forma sincrónica en respuesta a señales eléctricas," señala Vunjak-Novakovic. "Nuestra capacidad para recapitular la biología utilizando herramientas de bioingeniería continúa impulsando nuestro trabajo y es una fuente de inspiración", añade.