Un nuevo estudio publicado en la revista JAMA Oncology demuestra que los patrones genómicos del tumor marcan la evolución y predicen el pronóstico de las mujeres con este tipo de cáncer.

El equipo de investigadores, liderado por Aleix Prat, del Instituto de Oncología Vall d'Hebron, en Barcelona, ha explicado que la clasificación molecular de los tumores es el factor más determinante para vaticinar la evolución desde la aparición de la metástasis en adelante, incluso en el tumor primario.

Conocer con exactitud la genética del tumor proporciona pistas fundamentales para atajar en el tratamiento. 

Los estudios de los últimos años han permitido clasificar los tumores de mama hormonosensibles en cuatro subtipos según su patrón de expresión génica: Luminal A, Luminal B, HER2-Enriched y Basal-like. Las diferentes tasas de supervivencia y respuestas a los tratamientos se explican, en parte, por diferencias moleculares dentro de esta enfermedad.

"Esta variabilidad hacía patente la necesidad de hallar nuevos métodos que permitieran etiquetar mejor el tipo de cáncer de mama de cada paciente para afinar su pronóstico y la respuesta a la quimioterapia y a los tratamientos hormonales", explica Prat.

Así, en un ensayo clínico, los autores analizaron los tumores de mama hormonosensibles de 821 pacientes que recibieron un tratamiento hormonal. 

Clasificaron los tumores en los diferentes subtipos biológicos según su expresión génica y los relacionaron con la supervivencia y la respuesta al tratamiento. 
Prat y su equipo de investigadores han logrado establecer patrones de actuación según la genómica del tumor.

Este hallazgo tiene implicaciones terapéuticas inmediatas, según los investigadores. "Hasta ahora no sabíamos qué pacientes con cáncer de mama metastásico debían recibir de entrada quimioterapia o tratamiento hormonal".

Uno de los otros puntos fuertes de la investigación ha sido que más del 80% de las muestras analizadas provenía de tumores primarios y no de las lesiones metastásicas. 

De este modo, el análisis genómico de las células del tumor inicial podría convertirse en una herramienta básica para el tratamiento de la enfermedad y la predicción de su evolución.

Además, este análisis del tumor primario podría ser de gran utilidad en aquellos casos en que la biopsia de las metástasis sea complicada de hacer por su localización.