En un estudio piloto, 14 pacientes con glioblastoma, el tipo más común y agresiuvo de cáncer cerebral,  se sometieron a cirugía láser mínimamente invasiva para tratar una recurrencia de sus tumores. Se sabe que el calor del láser mata las células tumorales del cerebro, pero, inesperadamente, los investigadores vieron que la tecnología podía penetrar la barrera hematoencefálica.

"El tratamiento con láser mantiene la barrera hematoencefálica abierta durante entre cuatro y seis semanas, lo que nos proporciona una ventana terapéutica de oportunidades para suministrar fármacos de quimioterapia a los pacientes", explica el co-autor Eric C. Leuthardt, profesor de Neurocirugía de la la Universidad de Washington.

Los glioblastomas son uno de los cánceres más difíciles de tratar, con una supervivencia en la mayoría de los pacientes diagnosticados con este tipo de tumor cerebral de sólo 15 meses, según la Sociedad Americana del Cáncer. La nueva investigación, que se publica en la edición digital de este miércoles de la revista 'Plos One', es parte de un ensayo clínico de fase II más grande que involucrará a 40 pacientes.

Un total de 20 pacientes fueron incluidos en el estudio piloto, 14 de los cuales resultaron ser buenos candidatos para la cirugía láser mínimamente invasiva.

La tecnología láser fue aprobada por la agencia norteamericana del medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) en 2009 como una herramienta quirúrgica que puede utilizarse para tratar tumores cerebrales.

Pero la nueva investigación demuestra que el láser altera la barrera hematoencefálica que protege al cerebro de las toxinas dañinas y que también bloquea fármacos potencialmente útiles, como la quimioterapia.