Se trata de un estudio realizado por Robery Bristow, médico-científico en el Centro de Cáncer Princesa Margarita, y Paul Boutros, investigador en el Instituto de Investigación del Cáncer de Ontario, ambos en Canadá.

En este estudio se analizó el perfil molecular de 74 pacientes con una puntuación de 7 en el Índice Gleason, el sistema de clasificación utilizado para evaluar la agresividad en los tumores de próstata. 

De ellos, la secuenciación de todo el genoma se realizó en 23 muestras múltiples de tumor de cinco pacientes cuyas próstatas fueron elminadas con la cirugía.

"Nuestra investigación muestra cómo los cánceres de próstata pueden variar de un hombre a otro, a pesar de ver la misma patología bajo el microscopio, así como la forma en que puede variar dentro de un hombre que puede tener diversos tipos de tumores en la próstata", señala Bristow, quien añade que "estos subtipos pueden ser importantes para determinar la respuesta a la cirugía o la radioterapia entre los pacientes".

Analizando detenidamente la genética de cada foco de cáncer y después los investigadores pudieron asignar "puntuaciones de agresión" a cada cáncer que revelaron que incluso los cánceres que son más pequeños pueden contener células agresivas capaces de alterar el pronóstico del paciente.

"Con el desarrollo de esta herramienta de investigación en un ensayo clínico de tres años, esperamos informar a médicos y pacientes sobre los tratamientos especializados para cada paciente con cáncer de próstata", añade este investigador, que es profesor en los departamentos de Oncología Radioterápica y Biofísica Médica de la Universidad de Toronto.