Los resultados de este estudio sugieren que un trastorno llamada nefropatía por estrés térmico puede surgir como una de las principales causas de mala salud de los riñones en un futuro próximo.

El estudio explica que el cambio climático y la escasez de agua resultantes pueden afectar a una amplia variedad de problemas de salud relacionados con la deshidratación y el estrés por calor, con riesgos cada vez mayores de disfunción cognitiva, desnutrición, enfermedades infecciosas transmitidas por el agua, enfermedad renal crónica y otras patologías.

Los expertos explican que la enfermedad renal crónica, que no está asociada con factores de riesgo tradicionales, está cada vez más presente en las comunidades rurales cálidas a medida que aumenta el calor progresivamente en todo el mundo.

"Hemos sido capaces de conectar aumento de las tasas de la enfermedad renal crónica en diferentes áreas a un mecanismo subyacente, el estrés por calor y la deshidratación, y al clima", subraya Johnson. "Un nuevo tipo de enfermedad renal, que se produce en lugares calientes de todo el mundo, se vincula con la temperatura y el clima, y puede ser una de las primeras epidemias a causa del calentamiento global", ha explicado.