Los resultados de un estudio publicado recientemente en enfermos con esclerosis múltiple mostró que la simvastatina, este fármaco utilizado contra el colesterosl, parecía afectar a la acumulación de la proteína alfa-sinucleína, que ha demostrado ser clave en el desarrollo del Parkinson, una enfermedad neurodegenrativa que afecta al movimiento y al habla y que, actualmente, no existe ningún tipo de cura. 

En este estudio participaránun total de 21 centros y 198 pacientes con Parkinson que no haya iniciado ningún tratamiento con estatinas, y forma parte de una iniciativa en la que se están analizando diferentes compuestos para ver su potencial para retrasar, frenar e incluso revertir este trastorno.

Sería sin duda un gran avance de esta iniciativa de la cúal ya han comenzado a realizarse los primeros ensayos clínicos con algunos tratamientos para la diabetes o la disfunción mitocondrial, entre otros.

"Es alentador ver como nuevos compuestos que ya están aprobados y son seguros en humanos pueden probarse frente al Parkinson, para cuyo tratamiento se han producido pocas innovaciones", ha celebrado Camille Carroll, directora de la investigación.