En concreto solo se necesita una gota de sangre para que esta técnica sea efectiva y ha sido posible porque cada virus que penetra en el cuerpo humano deja una huella inmunitaria imborrable ya que, además de causar enfermedades, modifica para siempre el sistema inmunitario porque desarrolla anticuerpos, que, a su vez, pueden predisponer a tener otras enfermedades en un futuro.

Esta nueva técnica se llama 'VirScan' y permite analizar de forma exhaustiva los anticuerpos virales presentes en la sangre de una persona, para así descubrir a qué virus ha estado expuesta a lo largo de su vida.

El investigador del IrsiCaixa Christian Brander, que ha colaborado en este estudio, ha explicado que, además de su interés epidemiológico, los resultados abren una nueva ventana para el sistema inmunitario y podrían utilizarse para mejorar el diseño de vacunas.

Actualmente, es necesario que un médico encargue una prueba para detectar un virus en concreto, pero esta nueva tecnología permite identificar todos los virus que han afectado a una persona, ya sea a través de una infección o de una vacunación, con un único análisis y por un precio aproximado de 25 dólares.

La prueba caracteriza el espectro completo de respuestas generadas por las células del sistema inmunitario encargadas de producir anticuerpos contra los virus, las llamadas células B.
"Conocer la huella que dejan las infecciones nos permitirá saber cómo éste pasado inmunitario determinará la respuesta ante nuevos ataques virales", ha explicado Brander, que ha destacado "las ventajas enormes" de la nueva técnica.

Para desarrollar VirScan, los científicos crearon una biblioteca de péptidos, fragmentos cortos de proteínas derivadas de virus, que representaban a 206 virus y más de 1.000 cepas o variantes.

Luego, analizaron muestras de sangre de 569 personas de EEUU, Perú, Sudáfrica y Tailandia y las dividieron en grupos en función de la edad, la localización geográfica y de si eran portadoras o no del VIH.

Los resultados detectaron un promedio de 10 virus por persona. Los más frecuentes fueron aquellos que infectan comúnmente a los humanos, como el Citomegalovirus y el Epstein-Barr (principales responsables de la mononucleosis infecciosa) y el Rhinovirus (responsable del resfriado común).