Los autores de este trabajo, que se publica en la edición digital de la revista 'Science Translational Medicine', desarrollaron un anticuerpo que mejora la regulación de la glucosa y reduce el hígado graso en ratones obesos apuntando a una hormona llamada aP2, también conocida como FABP4.

El estudio es fruto de una colaboración en immunometabolismo entre la compañía biofarmacéutica UCB y un equipo de investigadores dirigido por Hotamisligil y el autor principal M. Furkan Burak, exmiembro del laboratorio de Hotamisligil y actualmente residente de medicina interna en el Hospital Monte Auburn, en Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos.

El aumento en el tejido adiposo característico de la obesidad se ha relacionado desde hace tiempo con un mayor riesgo de enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2 y patologías cardiovasculares. Recientemente, ha quedado claro que el propio tejido desempeña un papel activo en la enfermedad metabólica, en parte liberando hormonas que actúan en sitios distantes como el hígado, el músculo y el cerebro que afectan al metabolismo sistémico.

El trabajo del laboratorio de Hotamisligil previamente identificó la proteína aP2 como una hormona fundamental que media en la comunicación entre el tejido adiposo y el hígado. Como los niveles de aP2 se incrementan significativamente en los seres humanos con la obesidad, la diabetes y la aterosclerosis y las mutaciones que reducen aP2 generan una disminución significativa del riesgo de diabetes, dislipidemia y patologías del corazón, las estrategias para modificar la función de aP2 resultan prometedoras como nuevas líneas terapéuticas contra estas enfermedades crónicas comunes y debilitantes.

En el nuevo estudio, Burak y sus colegas describen el desarrollo y la evaluación de nuevos anticuerpos monoclonales dirigidos a aP2. El equipo encontró que uno de estos anticuerpos mejoró de manera efectiva la regulación de la glucosa en dos modelos independientes de obesidad y observó reducciones beneficiosas en el hígado graso.

Estos anticuerpos monoclonales tienen el potencial de ser los primeros transformadores terapéuticos de su clase para luchar la enfermedad metabólica relacionada con la obesidad y la enfermedad immunometabólica, dicen los autores. Este trabajo se encuentra todavía en la fase preclínica y requerirá una extensa evaluación de la seguridad y eficacia antes de ser considerados para su uso en humanos.