El equipo, liderado por Lawrence Rajendran, de la Universidad de Zurich, desarrolló un inhibidor de la beta-secretasa que bloquea específicamente la escisión de la proteína precursora de amiloide, pero no las proteínas no-amiloides. 

Este inhibidor proporciona una forma potencialmente prometedora para el tratamiento del Alzheimer sin causar efectos secundarios importantes.

En los cerebros de pacientes con enfermedad de Alzheimer, la proteína precursora de amiloide se rompe y los fragmentos resultantes -péptidos beta-amiloide o péptidos Abeta- se juntan para formar placas. Los péptidos Abeta se producen por la acción de dos enzimas llamadas beta y gamma secretasas. 

La inhibición de cualquiera de estas enzimas bloquearía la producción de péptidos Abeta tóxicos, pero los intentos por inhibir gamma secretasa han causado problemas en los ensayos clínicos debido a que la enzima también escinde otras más de 20 proteínas importantes para la fisiología normal.

"Los inhibidores de la vía beta-secretasa inhiben procesos de la enfermedad de Alzheimer y procesos fisiológicamente relevantes y esto sería un problema importante, similar a los inhibidores de la gamma secretasa que fallaron en la clínica.

Sin embargo, con nuestra estrategia, ahora podemos inhibir específicamente el proceso de la enfermedad de Alzheimer evitando con ello cualquier efecto secundario", celebra Rajendran. Él y su equipo planean probar este inhibidor en otras pruebas y en ensayos clínicos.