Dos tercios de las muertes por cáncer de mama y nueve de cada diez muertes por cáncer cervical se producen en países de ingresos bajos.

Los autores de un estudio publicado en 'The Lancet' explican que los esfuerzos dirigidos por los países a hacer frente a los cánceres de mama, cuello uterino y otros que se dan en las mujeres en los países de ingresos bajos y medianos, hasta ahora, han sido inadecuados y piden esfuerzos para poner fin a las muertes prevenibles de cáncer de mama y de cuello de útero.

En el caso del cáncer de cuello uterino es prevenible gracias a la vacunación de rutina contra el virus del papiloma humano (VPH) de las niñas y el cribado cervical con el tratamiento de las lesiones precancerosas, ninguno de los cuales requieren oncólogos o centros oncológicos especializados.

Las nuevas estimaciones producidas como parte de la serie, que se hacen públicas en el Congreso Mundial del Cáncer 2016 en París, Francia, revelan que el costo de la inacción será enorme, con el número de mujeres diagnosticadas con cáncer de mama cada año en todo el mundo que se espera que sea casi el doble, pasando de 1,7 millones en 2015 a 3,2 millones en 2030; mientras que el número de mujeres diagnosticadas con cáncer de cuello uterino está previsto que aumente al menos un 25%, a más de 700.000 en 2030. 

Por todo ello, los investigadores exigen esfuerzos internacionales similares a los que han dado lugar a importantes mejoras en la salud materna para poner fin a los casos que pueden prevenir algunas muertes por cáncer de mama y de cuello uterino en 2030, que matan a casi tres veces más mujeres cada año que las complicaciones del embarazo y el parto.

La supervivencia a 5 años después del diagnóstico para el cáncer de mama oscila entre un rango del 50% en África del Sur, Mongolia e India, a más del 80% en 34 países, entre ellos Australia, Reino Unido, Irlanda, Francia, Alemania y Estados Unidos.