Para llegar a esta conclusión, los médicos analizaron los niveles de metabolitos de vitamina D de los participantes, los cuáles incluían componentes de la vitamina D que se forman durante el metabolismo, para determinar la asociación de los metabolitos con futuros eventos cardiovasculares adversos. 

La vitamina D biodisponible resulta de la vitamina D que se absorbe en el torrente sanguíneo sin unirse a las proteínas circundantes.

Durante el metabolismo, sólo entre el 10 y el 15% del total de vitamina D está disponible en el cuerpo para actuar sobre las células diana. 

El estudio evaluó a 4.200 participantes de 52 a 76 años, con una cuarta parte de ellos diabéticos y el 70% con enfermedad de las arterias coronarias.

Por ello, el estudio probó muchos tipos diferentes de vitamina D, pero encontró que la medición de la vitamina D total y biodisponible era la más adecuada para predecir eventos cardiovasculares perjudiciales.

"Nuestro estudio encontró que niveles bajos de vitamina D total y biodisponible parecen estar vinculados con resultados cardiovasculares pobres", afirma la autora principal Heidi May, epidemióloga cardiovascular en Intermountain.