Además del glaucoma, una patología degenerativa que daña el nervio óptico del ojo y puede llevar a la pérdida de visión y ceguera este trabajo tiene implicaciones potenciales para el tratamiento de lesiones nerviosas ópticas como las que sufren los soldados en combate o los atletas en deportes de contacto.

En el estudio, que se publica en la edición digital de la revista 'Stem Cells', los investigadores de IUPUI tomaron células de la piel mediante biopsia de voluntarios con una forma heredada de glaucoma y de voluntarios sin la patología y las reprogramaron genéticamente para convertirse en células madre pluripotentes, lo que significa que eran capaces de diferenciarse en cualquier tipo de célula en el cuerpo.
Entonces, los investigadores dirigieron las células madre para que se conviertieran en CGR, momento en el que las células comenzaron a adoptar características específicas de las CGR. Estos rasgos eran diferentes en las células de las personas con glaucoma que en las células que provenían de individuos sanos.

El glaucoma es la enfermedad más común que afecta a las CGR, que sirven de conexión entre el ojo y el cerebro, enviando información tomada por el ojo hasta el cerebro para su interpretación. Cuando estas células se dañan o se cortan, el cerebro no puede recibir la información crítica, lo que conduce a la ceguera.

CIERTOS COMPUESTOS PODRÍAN FRENAR O EVITAR EL TRASTORNO
El Instituto Nacional del Ojo de los Institutos Nacionales de de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés), de Estados Unidos, estima que el glaucoma afecta a más de 2,7 millones de personas en el país y a más de 60 millones en todo el mundo.

"Las células de la piel de las personas con glaucoma no son diferentes de células de la piel de los individuos sin glaucoma", apunta Meyer, biólogo celular e investigador de células madre, que también es investigador principal del Instituto de Investigación en Neurociencias Stark de la Universidad de Indiana.

"Sin embargo, cuando cambiamos células de la piel de pacientes con glaucoma a células madre y luego a CGR,  las células se volvieron poco saludables y empezaron a morir a un ritmo mucho más rápido que las de los individuos sanos", detalla.

Ahora que hemos producido células que desarrollan características de glaucoma en placas de cultivo, queremos ver si compuestos añadidos a estos CGR pueden ralentizar el proceso de degeneración o prevenir que estas células mueran", adelanta este investigador.

"Ya hemos encontrado candidatos que parecen prometedores y los estamos estudiando. En un futuro más lejano, podremos ser capaces de utilizar las células depacientes sanos como células alternativas a medida que aprendemos cómo reemplazar las células perdidas por culpa de la enfermedad. Es un reto importante, pero es la última --y, creemos, que no es irrealista_meta a largo plazo".