Cuando las personas son diagnosticadas con VIH se les administran medicamentos antirretrovirales de gran actividad (TARGA), que puede detener la reproducción del virus casi por completo.

Pero cuando toman este tipo de medicamentos, puede provocar que el virus pueda replicarse aún en niveles bajos y acumularse en una forma latente en lo que se llama "depósitos". los cuáles están ubicados en todo el cuerpo, incluyendo el cerebro, la médula ósea y el tracto genital, no pueden ser atacados por TARGA y pueden causar complicaciones y muertes por enfermedades no relacionadas con el sida.

Se ha desarrollado una vacuna que se dirige a la proteína viral "Tat", que se produce temprano en la infección por VIH y tiene un papel clave en la replicación viral y la progresión de la enfermedad por el debilitamiento del sistema inmunológico. 

La investigadora principal de este estudio, Barbara Ensoli, explica que: "Hemos demostrado por primera vez que la terapia antirretroviral puede aumentar por una vacuna. Estos resultados abren nuevos escenarios para investigar si esta vacuna puede ayudar a controlar el virus en los pacientes con una baja adherencia al tratamiento antirretroviral, simplificar el tratamiento y reducir la transmisión de la enfermedad". 

Investigadores del Centro Nacional Italiano de Sida en el Instituto Superior de Sanidad, en Roma, Italia, realizaron un ensayo clínico de fase II en el que se inyectó a 168 pacientes infectados por el VIH con la vacuna que contenía ya bien 7,5 microgramos o 30 microgramos de la proteína Tat. Para ambas dosis, los participantes recibieron la vacuna una vez al mes durante el transcurso de tres o cinco meses. 

Para este estudio, los pacientes fueron seguidos durante tres años (144 semanas) y se vio que la vacuna induce la producción de anticuerpos anti-TAT, además de un importante crecimiento de las células T CD4 +, que es un signo de fortaleza del sistema inmunológico. También hubo un aumento de las células T, B y otras inmunes.