Este tipo de compuestos se puede encontrar en cualquier producto de uso diario como los antisépticos en pastas dentífricas, enjuagues bucales, pastillas, pulverizadores nasales, gotas para los ojos, champús, lociones, limpiadores domésticos, entre otros.

El estudio llevado a cabo por la Universidad de California Davis, ha demostrado que los desinfectantes que estamos aplicando y usando en nuestra casa, inhiben la producción de energía mitocondrial y la respuesta al estrógeno celular, lo que es preocupante porque esta exposición se asocia a un mayor riesgo de padecer Parkinson.

Para conocer los resultados, el equipo analizó más de 1.600 compuestos y fármacos de uso doméstico y farmacéutico, y encontró que estos quats o compuestos de amonio cuaternario inhibían la función mitocondrial y la señalización de estrógenos.

El equipo también encontró que los quats inhibían la señalización de estrógenos en las células, una de las hormonas responsable de las características sexuales secundarias en las mujeres, lo que podría causar daño en la capacidad reproductiva de los animales y los seres humanos, según indican los investigadores.

Hace unos años en otro estudio realizado en ratones, se descubrió que esos quats redujeron la capacidad reproductiva y la fertilidad. También vieron un vínculo entre los quats y los defectos congénitos del tubo neural en ratones y ratas.

Estos componentes han sido utilizados como antisépticos tópicos y desinfectantes desde la década de 1940 y algunas empresas están tratando de crear un producto más seguro. Por el momento los científicos van a realizar más estudios para determinar cómo estos químicos pueden acumularse en los tejidos con su uso regular y para entender si la exposición a los quats afecta a la salud y la enfermedad en los seres humanos.