Mediante un escaner de alta definición, desarrollado especialmente para el estudio, los investigadores detectaron en los ojos depósitos de beta-amiloide, una acumulación de proteínas tóxicas que producen esta enfermedad.

Con estos hallazgos los científicos informaron que la retina puede servir como una fuente confiable para el diagnóstico de la enfermedad del Alzheimer.

Una de las principales ventajas de analizar la retina es la repetibilidad, que les permite monitorear a los pacientes y analizar la progresión de su enfermedad.

Además, los científicos han descubierto placas amiloides en las regiones periféricas de lo alto de la retina, así han observado que la cantidad de placa en la retina se correlacionaba con la cantidad de placa en áreas específicas del cerebro.

Los resultados se han basado en un ensayo clínico realizado en 16 pacientes con enfermedad de Alzheimer que bebieron una solución que incluye curcumina, la cual hace que la placa amiloide en la retina se ilumine y sea detectada por el escáner. Los pacientes fueron comparados con un grupo de individuos más jóvenes y cognitivamente normales.