El estudio descubrió en ratones que un análisis de sangre podía medir los niveles circulantes de ADN en la sangre que las células cancerosas eliminan a medida que crecen y se multiplican, e incluso podrían predecir la presencia de tumores en los pulmones antes de que se vuelvan cancerosos.

El cáncer de pulmón es la principal causa de muerte relacionada con el cáncer en todo el mundo, en parte debido a las dificultades para detectar la enfermedad en una etapa temprana. Y es que en el momento en que se diagnostica, a menudo, ya se ha diseminado a otras partes del cuerpo, lo que hace que sea mucho más difícil de tratar. Por ello, el diagnóstico temprano es clave para vencer la enfermedad.

Científicos de la Unidad de Toxicología del MRC, de la Universidad de Cambridge, junto con investigadores de la Universidad de Leicester, también en Reino Unido, utilizaron ratones con una mutación en un gen llamado KRAS para modelar las etapas precancerosas del cáncer de pulmón.

Para determinar si el ADN circulante podría usarse para detectar los tumores antes de que se volvieran malignos, se tomaron muestras de sangre junto con las tomografías computarizadas en diferentes intervalos de tiempo.

El equipo encontró que los ratones que desarrollan tumores pulmonares cancerosos registraban niveles más altos de ADN circulante en comparación con los ratones sanos, y que los niveles de ADN liberados por los tumores cancerosos en la sangre de los ratones se correlacionaban con el tamaño de los tumores observados en las tomografías computarizadas.

Después, se analizó el ADN en circulación para determinar la presencia de la mutación KRAS que causó el desarrollo de los tumores. Los investigadores descubrieron que en las etapas posteriores del desarrollo del tumor donde los tumores aún eran precancerosos, la mutación KRAS todavía podía detectarse en el ADN circulante.