Desde el Jonsson Comprehensive Cancer Center de la Universidad de California (EEUU) y con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, el científico Antoni Ribas analiza los grandes avances en la lucha contra esta enfermedad. "Vamos a hacer bastante progreso en poco tiempo", asegura el hematólogo y oncólogo catalán que lleva 19 años centrado en la investigación del melanoma en una entrevista.

- La inmunoterapia ha conseguido, en algunos tipos de cáncer, desbloquear los mecanismos del sistema inmunitario que le impiden luchar contra las células tumorales. ¿Podemos considerar ya una realidad este tratamiento?
Creo que sí. Hace dos años las investigaciones nos decían que habíamos avanzado lo suficiente para pensar que la inmunoterapia se uniría a los tratamientos de cirugía, radioterapia, quimioterapia…y ahora está claro que ya es un tratamiento estándar para el melanoma y, dentro de poco, lo será para otros cánceres.

- ¿Cuáles son esos tipos de cáncer?
Cáncer de pulmón, de vejiga, linfoma de Hodgkin… En estos está más avanzada la investigación, pero las posibilidades de que funcione en otros cánceres está ahí.

-  ¿Cómo ha evolucionado la investigación en inmunoterapia?
La inmunoterapia se ha estudiado en los últimos cien años. Intentábamos estimular el sistema inmune para atacar el cáncer, pero descubrimos que no hay que estimularlo, sino que hay que quitarle los frenos que le impiden atacar. Frenos provocados por moléculas como PD-1 y PD-L1. Con esto obtenemos respuestas de disminución del cáncer a largo plazo de alrededor de 1/3 de pacientes con melanoma, de un 1/5 de pacientes con cáncer de pulmón y hasta más del 80 por ciento en enfermedad de Hodgkin.

- ¿Por qué la inmunoterapia no funciona igual en todos los pacientes?
Lo principal es saber qué está limitando el sistema inmune en los distintos pacientes. Los inhibidores del PD-1 son anticuerpos que no le hacen nada al cáncer, no lo tocan, pero bloquean la proteína PD-1 que está frenando el sistema inmune para que funcione.

Al entender este mecanismo podemos ver cómo trataremos a los pacientes revisando la interacción entre el sistema inmune y el cáncer. A los pacientes cuyo sistema inmune está intentando luchar contra el cáncer, pero lo encontramos frenado por el PD-1, le damos bloqueantes para esta proteína y así se activa la lucha contra las células tumorales.

En un segundo caso, a los pacientes cuyo sistema inmune no está preparado, intentamos llevar defensas dentro del tumor y al mismo tiempo quitarle el freno. Y, por último, en los pacientes cuyo sistema inmune no reconoce el tumor, plantearemos la posibilidad de alterar genéticamente el sistema inmune y hacer que reconozca el cáncer. Ésta será la nueva frontera de la inmunoterapia del cáncer.

- La inmunoterapia es más eficaz en aquellos tipos de cáncer provocados por alteraciones genéticas y de origen vírico…
Sí, el sistema inmune tiene que reconocer al cáncer y diferenciarlo de las células normales. Esto es más probable si hay un virus dentro del cáncer, como en los de vejiga y de cérvix, como el causado por el virus del papiloma humano. Y en los casos de cáncer inducidos por carcinógenos, como el tabaco o los rayos ultravioletas del sol, que provocan alteraciones genéticas.

- La eficacia de los tratamientos con anticuerpos perdura durante años y apenas sin efectos secundarios.
Sí, cuando se dan solo los bloqueantes del PD1 y PD-L1 tienen muy pocos efectos secundarios y la mayoría de los pacientes que responden tienen beneficios que ahora se están contando en años. Pero aún estamos al principio de esta terapia, tenemos que ver si realmente van a ser muchos años, aún no sabemos si curamos. Es un tratamiento muy nuevo que debe seguir más tiempo.

Pero tenemos que ir con cuidado, en algunos casos esos frenos no están ahí para que tratemos el cáncer, están ahí para protegernos de nuestro sistema inmune, para que no nos ataque a nuestros órganos normales , con lo cual el desarrollo tiene que ir despacio. Pero yo creo que vamos a hacer bastante progreso en poco tiempo.

- ¿Es incorrecto decir que estos tratamientos con anticuerpos podrían derivar en futuras vacunas contra determinados tipos de cáncer?
Las vacunas contra infecciones han sido el avance más grande de la Medicina en el siglo anterior. Pero en cáncer no funciona porque, no es que tengamos que activar el sistema inmune, es que tenemos que desbloquearlo y más vacuna no va a ayudar, lo que hay que hacer es quitarle los frenos.

- Las terapias diana contra algunos tipos de cáncer es otro de los grandes avances. ¿Hasta qué punto las terapias dirigidas y la inmunoterapia pueden sustituir al tratamiento con quimioterapia?
El desarrollo de terapias diana en los últimos quince años ha sido espectacular, el mayor avance de la oncología. Y la inmunoterapia se va a unir. En melanoma yo doy inmunoterapia o terapia diana para bloquear el B-RAF, proteína alterada en la mitad de los melanomas, el resto ni me lo planteo. Ya es una realidad que la inmunoterapia y las terapias dianas en algunos cánceres son el tratamiento estándar, ya no es la quimioterapia.

- Un estudio publicado en la revista 'Sciencie' atribuye a la “mala suerte” la aparición del 65% de 31 tipos de tumores. ¿Cuál es su opinión?
Hay algo de mala suerte en el cáncer. Los estudios en mellizos que tienen la misma exposición a distintos factores ambientales y uno desarrolla enfermedad y otro no, nos dice que hay cosas que no controlamos y que la genética y la exposición ambiental no lo es todo. Pero si hablamos de mala suerte, hay peor suerte si la buscas, si fumas tendrás mas probabilidad de tener la mutación que lleva al cáncer de pulmón, aunque si no fumas también puede pasar, pero es menos probable. La idea de que es todo mala suerte, tampoco es verdad, la suerte la buscamos un poco nosotros.

- Después de 19 años en Estados Unidos, ¿se plantea volver a España e investigar aquí?
Sí, pero es difícil cambiar cuando las cosas van bien. Crear un grupo de investigación estable, contar con dinero a largo plazo para hacer estudios…Cuesta mucho esfuerzo y es más fácil en Estados Unidos. Por ahora, a mi no se me ha dado la posibilidad de pensar que podría hacer lo mismo en España, si pudiera pues volvería.

- ¿Cómo se ve desde Estados Unidos la investigación española en oncología?
Los investigadores españoles tanto clínicos como de laboratorio tienen muy buena reputación. Si miramos lo que se puede hacer con los medios que pone el Estado puede compararse de forma favorable con muchos otros sitios. La formación es muy buena, veo investigadores españoles en grupos de todo el mundo y son los que más despuntan, están haciendo muy buenas cosas. La capacidad está ahí, espero que la economía cambie y se pueda volver a hacer buena investigación sostenible en España.