La inhalación de sustancias contaminantes del aire, en el puesto de trabajo, sería responsable de una de cada 10 enfermedades pulmonares o respiratorias. Esta conclusión, a la que ha llegado un equipo de investigadores de la Sociedad Torácica Estadounidense y la Sociedad Respiratoria Europea, subraya la necesidad de establecer un mayor número de medidas de protección encargadas de reducir los riesgos laborales relacionados con la respiración de sustancias tóxicas.

Los resultados de estos estudios se centran en una serie de investigaciones desarrolladas durante más de dos décadas. En ellas, los investigadores han demostrado que en el ambiente de trabajos relacionados con la manipulación de metales, la agricultura o con la lucha contra incendios, el riesgo de desarrollar asma, bronquitis crónica, fibrosis pulmonar idiopática o EPOC; entre otras enfermedades, es mucho más elevado de lo que está establecido.

A diferencia de otros informes, que se centran en la relación de los riesgos derivados de la actividad laboral con la aparición de cáncer, en esta ocasión los autores de esta investigación buscaban demostrar la falta de medidas existentes para reducir las posibilidades de desarrollar cualquier tipo de enfermedad respiratoria no cancerosa.

Como declaraban desde este equipo de investigación, “El papel del factor laboral en la mayoría de las enfermedades pulmonares está poco reconocido”. Por ello, estas condiciones impedirían el diagnóstico, el tratamiento y la prevención de enfermedades adicionales.