Una investigación desarrollada durante un periodo de más de 20 años ha concluido que una ganancia de peso, por pequeña que sea, acelera en gran manera la pérdida de función pulmonar con la edad. Este estudio demuestra, además, que este tipo de problemas de salud destacan tanto si se produce dicho aumento en una persona que sufra sobrepeso u obesidad, como si se da en personas con un peso saludable.

Aunque ya se había demostrado que un aumento de peso estaba relacionado con un empeoramiento de la salud respiratoria, esta es la primera vez que se establece una relación tan clara, en un periodo de tiempo muy amplio y en una proporción de más de 3.000 personas. El estudio, liderado por un equipo del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha analizado la calidad de salud de participantes de distintos países europeos y de Australia con edades comprendidas entre los 20 y los 40 años.

Además, la investigación se enmarca en un periodo situado entre los años 1991 y 2014, lo que supone más de 20 años de análisis de peso, y de función pulmonar a través de pruebas de espirometría.

Además de demostrar que ganar peso empeora la calidad respiratoria; una función que disminuye de forma paulatina con la edad, también destacan que la pérdida de peso en personas con problemas de metabolismo reduce esta aceleración.

Esta relación viene motivada por dos procesos, según comentan los investigadores. Por una parte, la grasa abdominal y torácica reduciría el espacio para la expansión pulmonar; sin embargo, por otro lado, aumentarían los procesos inflamatorios. En este caso, el cúmulo de grasa podría llevar a la producción de sustancias que dañarían el tejido pulmonar y reducirían el diámetro de las vías respiratorias.