Una investigación publicada en la revista mBio de la Sociedad Americana de Microbiología estudia la función de las bacterias nasales con el fin de desarrollar vacunas intranasales que resulten eficaces contra el virus de la gripe y la Covid-19.

En este sentido, la microbiota intestinal presenta un papel fundamental a la hora de inducir respuestas inmunitarias contra el virus de la gripe; sin embargo, el papel de las bacterias nasales para producir esta inmunidad adaptativa no está del todo claro.

Por ello, este estudio demuestra el hecho de que la integridad y la cantidad de bacterias nasales pueden resultar imprescindibles para que la función de la vacuna sea eficaz. Así, los científicos demostraron que la vacuna intranasal, combinada con bacterias orales, protegía contra el virus de la gripe y la Covid-19.

Con el fin de comprobar la respuesta inmunitaria producida por las bacterias nasales contra estos virus, se administraron antibióticos vía nasal a un conjunto de ratones para suprimir las bacterias nasales antes de la infección del virus de la gripe.

Esto propició un aumento de respuestas de anticuerpos concretos contra el virus. Esto es así ya que, al eliminar las bacterias intranasales, podrían liberarse patrones moleculares bacterianos asociados a patógenos (PAMP), que favorecen una inmunidad innata y actúan como adyuvantes de la mucosa a la hora de generar una respuesta de los anticuerpos del virus de la gripe.

La inmunidad innata, por tanto, es aquella que protege contra los patógenos no propios, tales como las bacterias y los virus. En este sentido, su función principal es la de impedir su propagación y movimiento por el organismo.

Además, las respuestas inmunitarias innatas ejercen un papel fundamental a la hora de producir respuestas inmunitarias adaptativas específicas de los patógenos. Por su parte, los adyuvantes son sustancias que incrementan o regulan la respuesta inmunitaria a una vacuna y estimulan el sistema inmunitario innato.

Por otro lado, los investigadores descubrieron que el tracto respiratorio superior albergaba bacterias comensales, pero en cantidades notablemente menores que las de la cavidad oral. Así, probaron a incrementar esta cantidad de bacterias con el fin de comprobar si mejoraba la respuesta de los anticuerpos a la vacuna intranasal.

Con ello, descubrieron que la combinación de las bacterias orales en combinación con la vacuna intranasal incrementaba la respuesta de los anticuerpos de este tipo de vacuna. En este sentido, todos estos resultados ofrecen pistas para el desarrollo de mejores vacunas intranasales.