Un avance muy importante que podría suponer una gran revolución para la oncología porque podría cambiar, en muy poco tiempo, la forma de tratar el cáncer.

El jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico de Santiago de Compostela, Rafael López, define la biopsia líquida como una 'foto del tumor' y recuerda que cuando él empezó en la oncología, hace cerca de 30 años, se tenía la creencia de que todos los tumores eran iguales, que todas las células eran iguales.

Durante años, explica López, se ha aprendido que los tumores tienen "muchísimas mutaciones", que trozos del tumor son distintos a otros, que las metástasis son diferentes entre sí y el cáncer primario, pero no existía ninguna herramienta para saber realmente cómo eran y así poder atacarlos.

"Empezamos a hacer de forma experimental algunas biopsias dirigidas, pero teníamos la limitación de que son métodos muy cruentos. De repente, con la tecnología y el conocimientovimos que había células tumorales en la sangre y que había trocitos de ADN sueltos o bien encapsulados en otras partículas y con el avance en la tecnología éramos capaces de estudiar a nivel molecular todo el tumor", detalla López.

El objetivo de esta técnica es monotorizar al paciente para elegir el mejor tratamiento, el pronóstico y establecer si hay que cambiar la medicación o el tipo de tratamiento. Sin duda, agrega López, es una “revolución”: “Vamos a cambiar completamente la forma de tratar”.

El experto explica que la biopsia líquida, se encuntera en sus primeras fases pero avanza a gran velocidad y asegura que son muy rentables para el Sistema Nacional de Salud porque son pruebas muy rápidas, eficaces y no suponen ningún riesgo para el apciente.