Las patentes biomédicas de equipos exclusivamente femeninos son más propensas a resolver problemas que afectan de manera específica a la salud de las mujeres, que las de equipos masculinos. Esta es la principal conclusión de un estudio publicado en Science tras analizar mediante herramientas de aprendizaje automático más de 440.000 patentes biomédicas de Estados Unidos entre 1976 y 2010.

El trabajo se ha desarrollado por investigadores de las universidades de Harvard (EE UU), de Navarra (España) y McGill (Canadá) y parte de la premisa documentada de que ellas están en minoría en el sistema de innovación.

En Estados Unidos, solo el 35 % de los científicos y el 13 % de los que crean patentes son mujeres, a lo que se suma la brecha de género en las carreras STEM (ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas).

Los investigadores concluyen que la escasez de inventoras supone pocos inventos que beneficien exclusivamente a las mujeres, como test para cáncer de ovario, tratamientos para el cáncer de mama o procedimientos para eliminar las cataratas, un problema más común en mujeres que hombres.

Las patentes llevadas a cabo por equipos únicamente femeninos son un 35 % más propensas a desarrollar productos de salud femenina.

Para finalizar, los autores de esta investigación estiman que si hubiera paridad de género entre los inventores de patentes, debería haber unos 6.500 productos más enfocados hacia la salud de las mujeres.

Este hallazgo apunta a que la brecha de género en la redacción de patentes también es en parte responsable de la desaparición de miles de potenciales invenciones centradas en las mujeres desde 1976.

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