La incidencia del cáncer de páncreas aumenta, en cambio, las tasas de supervivencia disminuyen."No damos con su talón de Aquiles y necesitamos investigar más", según ha denunciado el jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, Alfredo Carrato, durante el acto de presentación de la primera asociación española de pacientes con cáncer de páncreas, Acanpan, con el objetivo de "romper el silencio" sobre esta enfermedad y conseguir más inversión para la investigación".

El problema de estos tumores es su agresividad, dado que en el 90% de los pacientes operados se reproduce de nuevo, y que es "difícil de diagnosticar", según ha reconocido Carrato, ya que en el 80% de los casos se descubre cuando ya está en fases avanzadas y no se puede operar. Por ello, la supervivencia media de los pacientes sea de unos 6 meses y apenas uno de cada cuatro supere el año de vida. "Es como si estuviésemos en los años 80 en cáncer de mama, colorrectal o pulmón", ha lamentado este oncólogo.

Además, aunque las causas son de origen genético, también está relacionado con factores ambientales como el consumo de tabaco o alcohol, lo que favorece que estén aumentando los diagnósticos y se prevean superar los 9.000 casos anuales en los próximos 5 años, sin que se estén mejorando las expectativas de vida de estos pacientes.

"En 20 años no se ha progresado en el diagnóstico ni en su tratamiento", ha denunciado Carrato, que lamenta que apenas se han realizado ensayos clínicos con 33 medicamentos experimentales de los que sólo se han aprobado tres, que constituyen un "armamento muy escaso" para combatirlo.

Esta falta de alternativas terapéuticas la atribuye a una falta de inversión con respecto a otros tumores, en los que si se han producido avances significativos. De hecho, en Reino Unido se destinan 42 millones de libras a la investigación al cáncer de mama y apenas 5 millones al cáncer de páncreas. "Y hay que darle la vuelta a la tortilla", ha defendido.

Este oncólogo atribuye esta falta de interés científico a que se trataba de un tumor con menos incidencia y al "recorrido tan corto" que tienen estos pacientes, pero considera que se trata de una "amenaza" que se puede combatir "si contamos con medios y nos ponemos a trabajar".

Entre los objetivos para conseguir mejores tasas de supervivencia está la necesidad de adelantar el diagnóstico, que a su juicio es "mejorable". "Si somos capaces de identificarlo, nos llevará a diagnosticar antes a los pacientes y tendrán más oportunidades para curarse", ha defendido Carrato.

Desde que se desarrolla el tumor hasta que se diagnostica suelen pasar 10 años en los que pasa inadvertido, lo que hace que actualmente un 25% de los afectados esté sin diagnosticar.

Además es fundamental tener en cuenta los posibles síntomas que se pueden padecer como el dolor abdominal, pérdida de peso o detección de la diabetes que debe ser "motivo suficiente" para "despertar" a los médicos, especialmente a los de Atención Primaria, y barajar la posibilidad de que este tumor esté presente cuando llegue a sus consultas un paciente con estos síntomas.

De hecho, varios médicos y asociaciones pretenden crear un protocolo de prevención primaria y secundaria y la puesta en marcha de un registro de tumores y un banco de muestras, para conocer en profundidad su biología para diseñar nuevos fármacos y estrategias más eficaces.