Hasta los años 60, el cáncer de pulmón era un gran desconocido en las mujeres pero en los últimos 10 años las defunciones en España por esta causa han aumentado un 80%.
Los patrones de consumo actuales reflejan que un 33,2% de las adolescentes de entre 14 y 18 años es fumadora frente al 29,6% de chicos, según el Ministerio de Sanidad.

La revista Rose, especializada en cáncer, señala que aunque el tabaco es el primer causante de este cáncer tampoco hay que olvidarse de otros factores como la exposición al radón, al amianto, la baja ingesta de frutas y vegetales, la dieta pobre en vitamina A, la toma de alcohol o la inhalación de sustancias carcinógenas del medio ambiente.

Además el doctor Enric Carcereny, del Instituto Catalán de Oncología (ICO) y vicepresidente del GECP, sostiene que el tabaquismo pasivo es la tercera causa de muerte de los países desarrollados y se calcula que al año mueren 6.300 personas por esta causa.

Los expertos del GECP señalan que el fumador pasivo inhala "hasta cinco veces más cantidad de nicotina, alquitrán y monóxino de carbono que el propio fumador".
Aunque no hay estudios que demuestren que la mujer tenga mayor predisposición al cáncer de pulmón, sí que se puede confirmar que el efecto que produce este tumor es distinto al del hombre.

Exiten dos tipos principales de cáncer de pulmón:

El de células pequeñas o microcítico: El 14% de los cánceres de pulmón son de este tipo y se da mayoritariamente en personas fumadoras. Suele ser muy agresivo y tener mal pronóstico porque se expande muy rápidamente en las primeras etapas de la enfermedad.

El de células no pequeñas o no microcítico: Afecta al porcentaje restante y su pronóstico y tratamiento depende del estado en el que se encuentre la enfermedad. Puede ser un carcinoma escamoso o epidermoide, adenocarcinoma o carcinoma de células grandes.

Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta el cáncer de pulmón es la dificultad de su diagnóstico. 

Mientras que en otro tipo de tumores existen programas de prevención como en el caso del cáncer de mama, en el de pulmón no ocurre lo mismo. Muchas veces, su detección suele darse de forma accidental cuando se realizan otras pruebas como puede ser una radiografía.

Además, en las primeras fases, el cáncer de pulmón no produce ningún síntoma y si aparece, son muy inespecíficos, similares a los de un resfriado o una bronquitis.

No obstante, en estos momentos, se está empezando a analizar el papel del TAC torácico de baja radiación en personas fumadoras pero, según los especialista, las recomendaciones de las sociedades científicas europeas no son muy claras.

Numerosos estudios ya sitúan a la inmunoterapia como posible tratamiento de primera línea para estos pacientes.