El Alzhimer va en aumento ya que las previsiones apuntan a que esta enfermedad, en el año 2050, podría haber más de 1,5 millones de pacientes en España y unos 87,7 millones a nivel mundial.

La figura del cuidador para una persona que padece Alzheimer, u otro tipo de demencia, es un pilar fundamental en su cuidado y apoyo. Cheles Cantabrana, presidenta de CEAFA, explica que el cuidador debe ser objeto de atención preferente en las políticas de protección, ya que indica que "el Alzheimer es un problema socio-sanitario de carácter global, que afecta a quien lo sufre directamente, pero también a la familia, que asume la función principal de cuidar de la persona enferma".

La familia es en el 94% de los casos la responsable del cuidado de la persona con Alzheimer y la que sufre el efecto desintegrador de ésta.  El cuidador, que puede ser un familiar, es la persona que suele soportar más sobrecraga física y emocional que la labor de cuidados conlleva. 

Para poner el problema del cuidador encima de la mesa, la campaña reivindica el valor de la familia a la hora de aplicar las atenciones necesarias y presenta una serie de herramientas para reducir el impacto de la enfermedad, ya que el informe destaca que el 50% de los cuidadores tienen predisposición a padecer alteraciones físicas, psicológicas y sociales.

En primer lugar, el reconocimiento de la figura del cuidador para que así se apliquen los mejores cuidados en unas condiciones de equidad y, de esta forma, evitar la posible exclusión social a la que están expuestos con medidas encaminadas a prevenir la pobreza.

Además, dotar a la familia de los recursos necesarios mientras dure el cuidado. Y por otro lado, tener en cuenta las necesidades una vez haya finalizado el cuidado con el reconocimiento de la figura del ex cuidador. La persona que se ocupa de los cuidados puede que tenga que dejar su trabajo, o incluso "rebajar su horario profesional, lo que supone menos ingresos y cotiza menos", indica la presidenta de CEAFA.

CEAFA, así, pone todos sus esfuerzos en destacar la figura del cuidador , el gran olvidado en la batalla contra las consecuencias del Alzheimer.