El coste es de solo un céntimo de dólar por chip y se tarda 20 minutos en fabricar, por lo que es un método de diagnóstico que podría democratizar el acceso sanitario en los países con menos recursos. 

Un 'lab on a chip' es un dispositivo que integra las funciones de un laboratorio en un solo chip y la primera parte de este nuevo mecanismo consta de un compartimento microfluídico de silicona transparente, que almacena las células del paciente, y de una tira electrónica que puede volver a usarse. 

La segunda parte es una impresora de inyección que imprime la tira electrónica en una hoja flexible de poliéster. 

"Lo hemos diseñado para eliminar la necesidad de las instalaciones y personal para fabricar ese tipo de dispositivo", indica el autor principal del estudio, Rahim Esfandyarpour.

Los autores de esta investigación buscaban "cómo exportar tecnología y disminuir los costes".