Esta terapia, bautizada como biofotónica, logra la descontaminación efectiva de los órganos a trasplantar, para evitar cualquier complicación posterior en el paciente. Los autores del estudio decidieron utilizar rayos ultravioleta enfocados en dirección al órgano, después de sustituir su sangre por un líquido especial.

En la actualidad, en casos de órganos afectados por virus, como por ejemplo hepatitis o sida, tan solo se produce una retirada de la sangre. Pero esto no acaba con los microorganismos. Por lo que si no se trata de un caso de vida o muerte del paciente, el órgano es descartado.

Esta novedosa técnica, que se ha usado en pulmones trasplantados en humanos, de los diez casos tratados, ha conseguido eliminar completamente los virus en dos, mientras que en los ocho restantes se redujo su presencia de forma significativa.

Después de sustituir la sangre del órgano a tratar por un líquido que, debido a su elevado precio (1.500 dólares por litro), se recicla en varios trasplantes, y de rociarlo con rayos ultravioleta, se sumergen una serie de sustancias sensibles a la luz infrarroja que seleccionan los virus y bacterias. Esto derivará en un proceso que busca oxidar los organismos en cuestión, produciéndose así su eliminación sistémica.

Gracias a este nuevo procedimiento, que se pretende trasladar también al trasplante de riñón e hígado, se reducirían en gran medida los costes de los trasplantes y aumentaría el aprovechamiento de todo tipo de órganos. En el futuro, incluso sería posible la descontaminación en personas vivas, convirtiéndose así en la cura para un elevado número de enfermedades.