La investigación, dirigida por investigadores de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard y publicada en la revista 'The Lancet Planetary Health', es el primer análisis de la relación entre la contaminación por partículas finas y las enfermedades neurodegenerativas en Estados Unidos.

Así, la contaminación del aire se convierte en un factor más de riesgo para este tipo de enfermedades. Este nuevo estudio se basa en una evidencia pequeña, pero emergente, que indica que la exposición a contaminación por partículas finas, a largo plazo está relacionada con un mayor deterioro de la salud neurológica, incluso en niveles de contaminación muy por debajo de los estándares nacionales actuales.

Los investigadores analizaron durante 17 años, -de 2000 a 2016-, la admisiones hospitalarias de 53 millones de beneficiarios de Medicare en Estados Unidos y los cruzaron con las concentraciones de contaminación por código postal.

Teniendo en cuenta posibles factores de confusión, como la situación socioeconómica, descubrieron que por cada aumento de 5 microgramos por metro cúbico de aire había un 13% de aumento del riesgo de ingresos hospitalarios por primera vez, tanto por Parkinson como por Alzheimer y demencias relacionadas.