Desde principios de 2020, el coronavirus ha afectado a todo el mundo a través de contagio directo o con motivo de sus consecuencias sociales y económicas. Además de los problemas respiratorios graves que genera y las posibles complicaciones a largo plazo, se ha descubierto que también puede provocar complicaciones neurológicas y periféricas.

Por su parte, el síndrome de Guillain-Barré es un trastorno autoinmune donde el sistema inmunitario del organismo ataca a los nervios, de manera que se produce debilidad muscular, e incluso parálisis. Su duración abarca semanas o años, y es una enfermedad rara que puede volverse grave.

Este síndrome surge como consecuencia de una infección bacteriana o vírica aguda. En este sentido, ya se han diagnosticado más de 90 casos de la enfermedad tras una posible infección de la Covid-19 desde que comenzara la pandemia.

Para saber si el coronavirus puede ser un desencadenante de esta enfermedad, el Centro Médico de la Universidad Erasmus (Erasmus MC) estudió a pacientes con síndrome de Guillain-Barré pertenecientes al Estudio Internacional de Resultados del SGB (o IGOS).

La investigación se realizó entre el 30 de enero y el 30 de mayo en Países Bajos, periodo durante el que se añadieron otros 49 pacientes procedentes de China, Dinamarca, Francia, Grecia, Italia, Países Bajos, España, Suiza y Reino Unido.

Los investigadores observaron que el 22% de los afectados por el síndrome incluidos durante los cuatro primeros meses de la pandemia presentaron una infección previa por Covid-19. Todos tenían más de 50 años y padecían parálisis facial en un 64% de los casos.

En el momento del ingreso hospitalario, el 73% de los pacientes de Guillain-Barré con infección por Covid-19 mostraba un aumento de los marcadores inflamatorios. Este hecho confirma la posibilidad de que el coronavirus sea uno de los factores desencadenantes del síndrome.

Sin embargo, durante los cuatro primeros meses de pandemia, no encontraron más pacientes con el síndrome de Guillain Barré en comparación con los años anteriores. Por este motivo, la relación entre el coronavirus y esta enfermedad rara no es muy fuerte.