Es un área médica nueva en todo el mundo, según los científicos. La terminología aún no está definida, aunque por ahora se los llama materiales de "imitación" porque engañan al cuerpo. La matriz del polímero se implanta en tejido hepático dañado, huesos o vasos, saturados con las células de estos órganos. Los materiales están hechos de componentes biocompatibles, quitosano y colágeno, por ello el cuerpo es "engañado" y no rechaza el objetivo desconocido. A medida que pasa el tiempo, la matriz se descompone y el tejido artificial se reemplaza por tejido natural.

"No estamos engañando a la naturaleza, solo la estamos ayudando a sobrellevar un problema médico. Los expertos actualmente están debatiendo si es mejor usar un implante o restaurar un órgano. Una persona con un órgano artificial debe tomar medicamentos de por vida para evitar que el cuerpo la rechace. Este no es el caso del tejido que crece a partir de células humanas", explica Vladimir Yudin, jefe del laboratorio.

Los científicos han desarrollado la tecnología para crear materiales biocompatibles que estimulan la restauración de tejidos naturales y también han logrado regular el tiempo de reabsorción de los materiales.

Los resultados de los estudios preclínicos muestran que, tras un período de tiempo, una esponja tridimensional incrustada en un hueso comienza a cubrirse con tejido óseo natural, mientras que el material se deshace. Por otro lado, la esponja de colágeno desarrollada se analizó en los tejidos del hígado y en el tejido muscular, y el material también estimuló la restauración del tejido natural de los órganos.

Por último, los investigadores han creado tiritas y gasas, prótesis de vasos sanguíneos e hilos de sutura. Ya se ha probado que son efectivos. Los materiales se recomiendan para su uso en ingeniería de tejidos y trasplante celular.