Un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis ha realizado un estudio recientemente que sugiere que las mutaciones genéticas extremadamente raras y dañinas, presentes en las células madre de donantes sanos, aunque no causen problemas de salud en los donantes, pueden transmitirse.

Esto se explica porque la intensa quimioterapia y radioterapia previas al trasplante y la inmunosupresión posterior, permiten a las células que tienen las raras mutaciones la replicarse rápidamente, causando potencialmente problemas de salud para los pacientes que las reciben.

Para el estudio, se eligieron 25 pacientes con muestras depositadas en cuatro momentos distintos: antes del trasplante, a los 30 días después del trasplante, a los 100 días después del trasplante y un año después del trasplante.

Los científicos observaron que el 84% de todas las mutaciones identificadas en las muestras de los donantes eran potencialmente dañinas. Además, dichas mutaciones también persistieron con el tiempo y, en muchos casos, aumentaron en frecuencia.

Por otro lado, descubrieron que la mutación más común presente en los donantes y los pacientes con cáncer estudiados fue un gen asociado con la enfermedad cardíaca. En este sentido, las personas sanas con mutaciones en este gen aumentaron el riesgo de ataque cardíaco debido a la acumulación de placa en las arterias.