Para poder proponer mejores terapias en el futuro para tratar a personas que sufren Esclerosis Lateral Amiotrófica o ELA, un estudio desarrollado por el Centro de Biología Computacional en el Instituto Flatiron, y publicado por Science, se ha centrado en descubrir las causas posibles que explicarían el desarrollo de esta grave enfermedad neurodegenerativa.

Hasta ahora, lo más cerca que había estado la comunidad científica de descubrir las causas detrás de esta enfermedad, se encontraba en factores genéticos para rastrear la activación de determinados genes. De esta forma, se podría descubrir su papel en la aparición de ELA. Un método no del todo efectivo, ya que en muchos casos la activación de determinados genes no era suficiente para explicar por qué surgía esta enfermedad.

Sin embargo, ahora, después de estudiar un elevado número de casos en distintas etapas del desarrollo, se ha descubierto que unas células, responsables de eliminar las neuronas dañadas en la médula espinal, llamadas microglía, empezarían a fallar mucho antes de que comenzasen los primeros síntomas externos de ELA. A esto se le suman dos genes, TREM2 y TYROBP, que se expresan en niveles más altos en regiones particulares de la médula espinal, en este caso, en ratones con síntomas que podrían derivar en la enfermedad.

Aunque el estudio no acabaría de explicar las causas exactas para la aparición de ELA, sí habría servido para encauzar las próximas investigaciones al respecto, centradas en buscar terapias para luchar contra los mecanismos responsables de ELA, o en detectar la enfermedad antes de que empezasen a aparecer los primeros síntomas en el paciente.