Aunque cada tipo de cáncer difiere del resto en los efectos secundarios que presenta, todas estas patologías mantienen en común el crecimiento acelerado de los tumores. A estos síntomas se les añaden también los distintos efectos secundarios derivados de los tratamientos y terapias contra el cáncer.

Una nueva investigación que se ha centrado en el análisis del crecimiento incontrolado de las células cancerosas ha descubierto que gran parte de esta expansión del tumor se debería a la modificación de una proteína concreta que garantiza su proliferación y supervivencia.

Como informan los autores de la investigación, “las células tumorales necesitan producir energía y bloques de construcción, de forma constante, para replicarse”. Por eso, para mantener el crecimiento persistente, estas células modificarían la forma en que desarrollan estas dos tareas. Junto con el desarrollo de la afección conocida como NF2, responsable de la aparición de tumores en el sistema nervioso, y motivo del estudio, los expertos han descubierto la producción de un oxidante que aumentaría el crecimiento tumoral.

A través de los tumores del sistema nervioso, conocidos como schwannomas se liberaría un agente oxidante y nitrificante que a su vez modificaría un aminoácido en las proteínas. De esta forma se reprogramaría el metabolismo de las células cancerosas, y se permitiría su proliferación.

Mediante este descubrimiento, los investigadores opinan que es posible, mediante agentes nitrificantes podría intervenirse el desarrollo y expansión tumoral. Esto permitiría dirigir la producción de estos agentes oxidantes a las células tumorales, y presentar estrategias terapéuticas con efectos secundarios mínimos en el tejido sano.