La administración de medicamentos contra el cáncer podría haber encontrado una forma mucho más segura y eficaz para combatir estas patologías. Sería posible ocultar los fármacos de la quimioterapia en una sustancia grasa, como adelantan los resultados de una nueva investigación oncológica, de forma que las células tumorales no pudieran localizar estas sustancias y terminasen eliminadas.

Este novedoso sistema se basa en la rapidez de consumo de nutrientes por parte de las células cancerosas. De esta forma, los investigadores han descubierto que un sencillo camuflaje podría servir para atacar de forma directa al propio tumor. Para ello, se ha desarrollado un tipo de ácido graso consistente en una cadena larga con dos lugares de unión.

Gracias a estas características, estas grasas son capaces de unirse a los medicamentos en cada extremo, de forma que el procedimiento actuaría como un disfraz. Una vez administrada la terapia en forma de grasa, los receptores del tumor la localizarían y, al confundirla con nutrientes, no tardarían en absorberla. A continuación el medicamento comenzaría a metabolizarse, y una vez consumido por las células tumorales, no tardaría en hacer efecto y destruirlas.

Para el estudio, se ha utilizado paclitaxel, un medicamento contra el cáncer que, a través de este procedimiento, podía aplicarse en proporciones 20 veces superiores a las terapias actuales. Además, este aumento en la dosis no resulta perjudicial para el paciente si se administra mediante este sistema; de hecho los autores de este estudio informan que sería hasta 17 veces más seguro.