Al comparar las secuencias del genoma del tejido renal normal y de tumores, el equipo de investigación del Instituto Wellcome Sanger (Reino Unido), identificó parches de tejido renal de aspecto normal pero que tenían cambios en el ADN que causaban el tumor de Wilms.

Esta investigación muestra una nueva forma por la que se pueden formar cánceres en las primeras semanas de vida, a través de una célula temprana que tiene una modificación del ADN asociada con el tumor y que se desarrolla en el riñón.

Los investigadores recogieron 66 muestras de tumor de 163 de tejido renal normal del Hospital de Addenbrooke en Cambridge y del Hospital Great Ormond Street en Londes. Posteriormente, secuenciaron el ADN de las muestras para crear 229 secuencias del genoma completo, las cuales se analizaron para identificar los cambios genéticos existentes entre tumores y tejido normal.

Se encontró que los cambios en el ADN asociados con esta enfermedad eran, en dos tercios de los niños con tumor de Wilms, compartidos por ambos tejidos, el normal y el tumoral. Esto hizo que los investigadores tuvieran que perfeccionar los parches de células genéticamente anormales a partir de una célula deshonesta con un cambio de ADN que suprime el gen H19.

Normalmente, la función que desempeña este tipo de gen es asegurar que las células crezcan de manera ordenada y, este cambio de ADN, hace que se vuelva invisible para las células, en este caso, tumorales.

Además de que este hallazgo abre el camino a la detección del cáncer de riñón infantil, también supone un gran avance para el estudio de otros tipos de tumores similares.