Un grupo de científicos ha descubierto un posible camino para avanzar en la lucha contra el Alzheimer. Para ello, han utilizado modelos computacionales y experimentos con microscopios de fuerza atómica y han dado con un posible talón de Aquiles de la enfermedad.

En este sentido, los péptidos beta amiloides son unas moléculas que abundan en el cerebro y que pasan por etapas de frustración mientras se acoplan y bloquean las puntas de fibrillas del crecimiento.

La investigación, publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, afirma que esta frustración podría constituir un camino para elaborar medicamentos que logren tapar los extremos de las fibrillas, de manera que eviten una mayor acumulación.

De este modo, los péptidos beta amiloides tratan de agregarse a las puntas de las fibrillas en crecimiento de la manera más sencilla, pero su unión a veces se ve frustrada cuando las cargas positivas y negativas entre los átomos no se alinean de forma inmediata.

En el momento en que consiguen alinearse, las fibrillas forman placas gomosas presentes en el Alzheimer y otras enfermedades neurológicas. Por ello, el descubrimiento de esta investigación podría suponer un gran avance en el tratamiento de esta enfermedad.

Por otro lado, se pensó que interrumpir ese crecimiento constante con urea, distinguida por desnaturalizar (o desdoblar) las proteínas, podría proporcionar información sobre la manera en que se forman las fibrillas amiloides.

Observaron que la urea volvía las fibrillas más inestables, de manera que sus enlaces con las moléculas resultaban menos fuertes; sin embargo, también crecieron más rápido, lo que supuso una gran contradicción de las reglas químicas.

Otros experimentos demostraron que la urea desestabilizaba las uniones erróneas de las moléculas; así, hacían que las fibrillas crecieran más rápido, pero también permitieron observar los pasos intermedios frustrados.

En este sentido, lo realmente importante es que los científicos consiguieron evidencias de que en los extremos de las fibrillas hay una acumulación de péptidos beta amiloides frustrados y desordenados que tratan de acoplarse y bloquearse.

Por tanto, este descubrimiento constituye el principal objetivo farmacéutico, donde la punta de la fibrilla se convierte en un talón de Aquiles y todo lo que se debe hacer es bloquear esta acumulación en la punta.

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