Uno de los mecanismos clave que utiliza el cuerpo humano para combatir las infecciones por virus son las células T. Los pépticos de virus en la superficie de las células infectadas es el comienzo de la inmunidad celular, seguido de la activación de los linfocitos T, que comienzan a matar las células infectadas.

La capacidad de presentar pépticos de virus está determinada por la genética. En las células, las moléculas de antígeno leucocitario humano de clase I (HLA-I) son responsables de esto. El conjunto de seis de estas moléculas es único y hereditario.

Si el conjunto de alelos detecta bien el virus, las células inmunes detectarán y destruirán las células infectadas de forma rápido. En cambio si una persona tiene un equipo malo para esa detección, es más probable que la enfermedad sea grave.

Los autores del estudio usaron el aprendizaje automático para construir un modelo que proporciona una evaluación integral del posible poder de la respuesta inmune de las células T al Covid-19: si el conjunto de alelos HLA-I permite la presentación efectiva de los pépticos del virus el individuo tendrá un riesgo bajo, mientras que las personas con menor capacidad de presentación tendrán un riesgo más elevado de sufrir una enfermedad grave.

Para llegar a esta conclusión, se analizaron los genotipos de más de 100 pacientes que habían padecido Covid-19 y más de 400 personas sanas, como grupo de control. Además de analizar la población de Moscú, los investigadores trabajaron con una muestra de pacientes de Madrid.