El 8 de febrero es el día internacional de la epilepsia, una enfermedad que se caracteriza porque provoca unas convulsiones permanetes a los pacientes que la sufren. 

Las convulsiones son episodios breves de movimientos involuntarios que pueden ser parciales, afectando solo a una parte del cuerpo, o generalizadas, afectando a la totalidad del cuerpo. Además, a veces el paciente sufre pérdida de la consciencia y del control de esfínteres al padecerlas.

Las características de los ataques epilépticos son variables, dependiendo de la zona del cerebro en la que se genere el trastorno, así como su propagación. Aparte de los síntomas transitorios, como ausencia o pérdida del conocimiento, pueden producirse trastornos del movimiento, de los sentidos, del humor o de otras funciones cognitivas. Además, las personas que sufren convulsiones tienden a padecer más problemas físicos, como fracturas o hematomas, y mayores tasas de trastornos como ansiedad y la depresión. 

Los fármacos son un gran aliado para esta enfermedad, que no tiene cura, ya que gracias a ellos se pueden controlar los ataques. La mayor parte de los casos de epilepsia se pueden diagnosticar y tratar en el nivel de atención primaria de salud, sin necesidad de ningún equipo sofisticado. En países de ingresos bajos y medios es donde más problemas puede generar la enfermedad, debido a la baja disponibilidad de medicamentos antiepilépticos, lo que supone un obstáculo para acceder al tratamiento necesario.

La epilepsia no puede prevenirse y respecto a sus causas, no se conocen en su totalidad porque existen diferentes tipos y por ello son múltiples. De entre los tipos de epilepsia que se conocen, la epilepsia idiopática es la más frecuente, y afecta a 6 de cada 10 personas, pero no tiene una causa identificable.

La epilepsia secundaria o sintomática es la que tiene causas conocidas, y estas pueden ser daño cerebral por lesión prenatal o perinatal; malformación congénita o alteraciones genéticas con malformaciones asociadas; traumatismo  craneoencefálico grave; accidente cardiovascular; infecciones cerebrales; o tumor cerebrales.