Los autores advierten que esto se ha convertido en un "patrón inquietante" aceptado por los gobiernos., que socaba la eficacia de la respuesta a la pandemia y, en última instancia, cuesta vidas.

Tras los numerosos compromisos mundiales y nacionales para avanzar hacia una gobernanza de salud global con inclusión de género, la Covid-19 ha tomado al mundo por sorpresa y ha obligado a formar muchos grupos de expertos y asesores muy rápidamente.

Para conocer lo inclusivos o equitativos que son estos órganos, los autores recopilaron información hasta junio de 2020 en los 193 Estados miembros de la ONU.

Para llevar a cabo este análisis realizaron crowdsourcing, búsquedas específicas de "literatura gris", como investigaciones no publicadas y declaraciones de políticas, y la divulgación de los diferentes gobiernos nacionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La mayor parte de esta información no era de fácil acceso ni estaba disponible públicamente, lo que obstaculizó el trabajo. El análisis incluyó 115 grupos de trabajo sobre Covid-19 de 87 países y los resultados mostraron que los hombres predominan en más del 85% de estos equipos de trabajo, mientras que las mujeres predominan solo en 1 de cada 10 /11,5%), con paridad de género solo hay un 3,5%. Además, el 81% estaban encabezados por hombres.

Los grupos de expertos tenían más presencia de mujeres que los comités de toma de decisiones, lo que podría reflejar posibles sesgos sociales y estereotipos de género en torno al liderazgo, según sugieren los autores del estudio.

Asimismo, en cuanto a los efectos de la pandemia, los autores reconocen que el Covid-19 tiende a ser más letal entre los hombres, pero las mujeres se han visto más afectadas social y económicamente como resultado de responsabilidades de cuidado prolongadas y no remuneradas, mayor riesgo de violencia de género y pérdida de acceso a los servicios de salud materna y reproductiva durante el estado de alarma.