Este estudio ha analizado el sudor de 96 personas pertenecientes a tres grupos: pacientes con cáncer de pulmón; sin cáncer y sin factor de riesgo (no fumadores) y sin cáncer pero con factor de riesgo (consumo de tabaco superior a 20 paquetes/año).

Las muestras de sudor, conservadas a ochenta grados bajo cero, se sometieron a una extracción en fase sólida para su limpieza, tras la cual se inyectaron en un cromatógrafo para la separación individual de los compuestos de interés, que pasaron a un espectrómetro de masas para su identificación y cuantificación, según explica el artículo publicado en la Revista Española de Patología Torácica, que edita Neumosur.

Este estudio ha recordado que el sudor se utiliza desde hace años para el diagnóstico de fibrosis quística y abre la posibilidad de que ahora también sea "una muestra de indudable ayuda en el diagnóstico" del cáncer de pulmón, lo que podría mejorar la predicción de los diagnósticos actuales, "que por su carácter invasivo, coste y complejidad no pueden ser aplicados en el cribado de toda la población en riesgo".

El potencial de esta herramienta diagnóstica es de gran interés, porque el cáncer de pulmón es el tumor con un mayor índice de mortalidad masculina en España y se prevé que este año, en las mujeres, supere al de mama en decesos, según el comunicado de Neumosur. Además, la supervivencia a los 5 años de la detección de esta patología se encuentra por debajo del 15%.