El equipo, liderado por el director del Departamento de Investigación Clínica del CNIC y cardiólogo en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid, Borja Ibáñez, y cuyo trabajo ha sido publicado en la revista 'Nature Communications', ha comprobado que la administración rápida de metoprolol durante un infarto inhibe directamente la acción inflamatoria de los neutrófilos, un tipo de células sanguíneas.

Se trata de una disminucióm de la infalamación que se traduce en una reducción del daño que se produce en el corazón tras un  infarto. 

Así, este hallazgo abre un escenario de nuevas aplicaciones para una estrategia farmacológica sencilla, segura y de bajo coste.

En este estudio se demuestra que la administración temprana de metoprolol protege al corazón actuando directamente sobre los neutrófilos.

"El metoprolol en sangre altera el comportamiento de los neutrófilos, los 'aturde', limitando su acción inflamatoria y dañina sobre el músculo cardiaco", ha recalcado el primer autor del artículo, Jaime García-Prieto.

Se trata de un gran paso adelante ya que el infarto agudo de miocardio, que afecta cada año a más de 50.000 personas en España, todavía, provoca muchas consecuencias y secuelas graves en las personas que lo padecen.