El avance de este equipo científico se centra en analizar la biopsia líquida -el líquido que se obtiene de realiza un drenaje a un melanoma tras la cirugía-, podría indicar si un paciente corre el riesgo de acabar teniendo una recaída tras la pertinente operación del tumor.

Esta técnica de detección podría revolucionar el seguimiento de la progresión de este tipo tumoral, que, con una tasa de recaída del 50%, es uno de los más invasivos. Se trata así de un protocolo validado que podría ser fácilmente aplicable en clínica. Los siguientes pasos de la investigación irán destinados a comprobar si esta biopsia líquida podría realizarse directamente en sangre y explorar su potencial para ampliar su uso a otros tumores.

Además de la financiación de Constantes y Vitales, ha contado para su desarrollo con aportaciones de los siguientes organismos: el Ministerio De Ciencia, Innovación y Universidades, el Instituto de Salud Carlos III, el programa Ramón y Cajal, la Fundación La Caixa, la Asociación Española Contra el Cáncer, la Fundación FERO, la Fundación Ramón Areces, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, la Fundación Feldstein y el Consorcio Starr Cancer.

Técnica revolucionaria y de detección novedosa

La biopsia líquida como elemento de estudio ha ido ganando solidez en los últimos cinco años y, desde hace tres, cada vez con más estudios clínicos demostrando su eficacia, como el actual de Héctor Peinado y su equipo del CNIO. Es, además, una técnica revolucionaria y de detección novedosa con respecto a la tradicional, a la que complementa, y con respecto a la que cuenta con dos grandes ventajas: no es invasiva (la tradicional toma las muestras del propio tumor) y proporciona información en tiempo real sobre la evolución de la enfermedad.

Este análisis tiene un carácter eminentemente práctico y podría estar activo con celeridad en los hospitales pues, en palabras de Peinado, “está realizada en colaboración con laboratorios de diagnóstico clínico y sería fácilmente aplicable en clínica”. Esta prueba sería aplicable a otros tipos de cáncer, como mama y todos aquellos en los que al paciente se le realice una linfadenectomía y se le implante un drenaje tras la operación. Aunque está centrado en el gen BRAF, se podría utilizar en pruebas para mutaciones en otros genes relacionados con otros tumores.