El director del Servicio mancomunado de Cirugía Plástica del centro y del hospital del Mar de Barcelona, Jaume Masià, ha explicado que las técnicas de cirugía y diagnóstico se han perfeccionado en los últimos años y que ya es posible "reintegrar totalmente a las pacientes a su nivel de vida previo prácticamente en la totalidad de los casos". 

Masià ha informado, en el marco del Barcelona Breast Meeting 2017 (BBM 2017), de que el Sant Pau ha practicado en los últimos cinco años 30 casos de cirugía preventiva, en los que ninguna paciente ha desarrollado linfedema. 

Esta cirugía de prevención, que se practica al mismo tiempo que la cirugía oncológica, pretende "restituir el flujo del brazo antes que sea interrumpido", según ha relatado Masià, quien ha añadido que se trata de "una obra de pura fontanería".

Este especialista ha estado acompañado del director de la Unidad de Tratamiento de Linfedema de la Universidad de Chicago, David Chang, y del director del Servicio de Cirugía Plástica del Chan Gun Memorial Hospital de Taipei, Ming Wei Cheng.

Chang ha explicado que en EE.UU, a causa del incremento de la obesidad entre la población y a la tendencia a incrementar la agresividad de la radioterapia, el riesgo de sufrir linfedemas es mayor, pues estas causas provocan que empeore el drenaje de la circulación sanguínea. Masià ha asegurado que 300 millones de personas tienen linfedemas en todo el mundo y que en España se calcula que más de 1,6 millones padecen esta afectación. 

El doctor español ha afirmado que en España no llegan a tratar ni a un 20 % de potenciales pacientes de linfedema, por falta de recursos, mientras que Chang ha informado de que en EE.UU. tratan hasta el 90 % de los casos, ya que las compañías de seguros cubren los tratamientos, cosa que no ocurre en España. Masià ha recordado los efectos del linfedema, que más allá de la hinchazón de brazos o piernas, provocan "dolor continuo y pesadez", dificultando llevar una vida normal, pues esta enfermedad "tiene una repercusión brutal".

Se estima que las pacientes con cáncer de mama que desarrollan un linfedema tras ser operadas son entre un 9 % y un 45 %, aunque Masià ha lamentado no poder ofrecer datos más concretos, por que "no existe un registro español de linfedema" y cada centro aporta sus datos de forma individual. Masià ha explicado que el linfedema debe tratarse "cuanto antes mejor, ya que hay que trabajar la obstrucción cuando ésta inicia".

El BBM 2017 reunió a más de 300 profesionales de todo el mundo para que compartan su conocimiento y mejorar los protocolos del tratamiento del linfedema. En el marco de este encuentro se retransmitirá por primera vez en España una cirugía de prevención de linfedema y se presentará una prótesis mamaria con un 35 % menos de peso, ideal para pacientes delgadas y deportistas.