La investigación, publicada en su revista 'European Heart Journal', ha examinado las tendencias de mortalidad en tres tipos particulares de enfermedad cerebrovascular en Europa durante 37 años, entre 1980 y 2016: accidente cerebrovascular isquémico, accidente cerebrovascular hemorrágico y hemorragia subaracnoidea, y para ello ha utilizado datos de la Organización Mundial de la Salud.

Han descubierto que en toda la región europea de la OMS, había disminuciones significativas en las tasas de mortalidad por los tres tipos de enfermedad cerebrovascular en 33 países para hombres y mujeres. Por el contrario, hubo aumentos en tres países para hombres, Azerbaiyán, Georgia y Tayikistán, y en dos para mujeres, Azerbaiyán y Uzbekistán.

Asimismo, se ha producido un ligero aumento en siete países en hombres: Austria, Dinamarca, Francia, Alemania, Grecia, República Checa y Hungría; y seis países en mujeres: Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Irlanda y Suiza. También hubo países en los que las tasas de mortalidad permanecieron estables en el período más reciente. Esto significa que en ambos sexos, más de un tercio de los países mostraron un freno en la disminución, una estabilización o un aumento en la tendencia más reciente.

Las tasas de mortalidad estandarizadas por edad del accidente cerebrovascular fueron más altas en los hombres que en las mujeres para todos los países. Por accidente cerebrovascular, eran mucho más bajos en Europa occidental que en el resto del continente.

En los hombres, las tasas en Europa occidental oscilaron entre 49 por 100.000 habitantes en Francia y 131 por 100.000 en San Marino.

Durante el período desde 1980, más de la mitad de los países con datos disponibles disminuyeron significativamente sus tasas de mortalidad estandarizadas por edad de accidente cerebrovascular, 56% en hombres y 51% en mujeres. No obstante, ocho países aumentaron sus tasas de mortalidad por accidente cerebrovascular isquémico en hombres y en nueve países en mujeres, en comparación con ninguno por accidente cerebrovascular hemorrágico.

Aunque se produjeron disminuciones significativas en las tasas de mortalidad por hemorragia subaracnoidea en el 56% de los países para los hombres, en mujeres solo lo hicieron en el 42%. Dos países mostraron aumentos en esta condición entre los hombres y cuatro países lo hicieron para mujeres.

El trabajo no analizó el motivo de estos cambios, aunque es poco probable que hubiera una única razón para la disminución general de la enfermedad cerebrovascular. Las mejoras en el tratamiento desempeñaron un papel que alentó a las personas a mejorar sus estilos de vida al dejar de fumar, beber menos alcohol, mejorar su dieta y realizar más ejercicio físico.

Por otro lado, las posibles razones por las que las tendencias dichas tasas podrían incluir la prevalencia de obesidad, diabetes y niveles más altos de colesterol en los últimos años.