El presidente de ASEICA, Pedro Lazo, ha advertido que, con los recortes que se están produciendo, España podría convertirse en un país dependiente de la tecnología médica de otros países y asegura que cree que "la marcha de nuestros investigadores tendrá importantes consecuencias a medio plazo".

La Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer ha alertado de que están aumentando los casos de cáncer en España, que son los responsables de más de un 27% de los fallecimientos, la segunda causa de muerte, sólo por detrás de las enfermedades del sistema circulatorio.

En 2015, se estima que los tumores afectarán a más de 227.000 personas en España, con un registro de cerca de 136.000 casos en hombres y más de 91.000 en mujeres. Pero, la Asociación asegura que, durante las últimas décadas, la mortalilad a causa del cáncer descendió de forma notable en nuestro país, gracias a la mejora en el diagnóstico precoz y los avances terapeúticos.

"En 2015 fallecerán en torno a 5.600 personas más por cáncer en comparación con 2012 y se estima que, en una década, esta cifra habrá aumentado en más de 21.000 casos", ha explicado Lazo. Según el presidente de la ASEICA, "el cáncer no es una enfermedad, sino múltiples enfermedades con mecanismos comunes" y ha remarcado que "aunque la mortalidad está disminuyendo en algunos tumores, como es el caso del cáncer de mama, en otros como el de páncreas estamos prácticamente igual que hace treinta años".

"La investigación es lo único que puede curar el cáncer y, por ello, debería ser un santuario intocable", ha subrayado el vicepresidente de ASEICA, Carlos Camps, que es jefe de Servicio de Oncología y Laboratorio de Oncología Molecular del Hospital General Universitario de Valencia. Camps ha lamentado que "cuando se perjudica la investigación en un Estado, la calidad asistencial a los pacientes se resiente".

Con motivo de la celebración del Día Mundial del Cáncer, los responsables de ASEICA han denunciado que la investigación oncológica "también ha sufrido recortes significativos tanto desde el punto de vista público como privado".

Una de las principales consecuencias ha sido, según los investigadores en oncología, la congelación de plazas en universidades y centros de investigación españoles, lo que ha supuesto la emigración de profesionales cualificados.

"La marcha de nuestros investigadores tendrá importantes consecuencias a medio plazo y, si no se encuentra una solución, daremos un gran paso atrás en nuestro nivel científico para convertirnos en un país dependiente de la tecnología médica desarrollada en otros países", ha alertado Lazo.