Un dispositivo magnético que está formado por una esponja de silicona, con partículas de hierro carbonílico magnético envuelto en una capa de polímero redonda que m mide solo seis milímteros de diámetro, según han detallado en la revista 'Advanced Functional Materials'.

Así, el fármaco se inyecta en el dispositivo que luego se implanta quirúrgicamente en el área que se está tratando. Lo más novedoso es que con sólo pasar un imán sobre la piel del paciente puede activarse deformando la esponja y activando la liberación del fármaco en el tejido circundante a través de una pequeña abertura.

"Los implantes de fármacos pueden ser seguros y eficaces para el tratamiento de muchas enfermedades, y cuando están controlados de forma magnética son particularmente interesantes porque se puede ajustar la dosis después de implantarse", ha señalado Ali Shademani, investigador del programa de Ingeniería Biomédica que ha desarrollado este dispositivo.

El control activo de la liberación de fármacos es particularmente relevante para afecciones como la diabetes, donde la dosis requerida y el tiempo de insulina varían de paciente a paciente, ha añadido John K. Jackson, coautor de este dispositivo, que "es lo suficientemente fácil de usar como para que los pacientes puedan administrarse su medicación a diario sin necesidad de ir al hospital".