Javier Santaolalla, doctor en física de partículas e ingeniero en telecomunicaciones por la Universidad de las Palmas de Gran Canaria que participó en el descubrimiento del bosón de Higgs en la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), ha encontrado la fórmula perfecta para despertar el interés por la ciencia entre los más jóvenes.

Además de la ciencia, el fútbol es otra de sus grandes pasiones. "El fútbol lo vivo muchísimo, veo una pelota y me le voy detrás me da igual lo que haya adelante", admitió entre risa en una entrevista . De hecho, el científico nacido en Brugos en 1982 utilizó incluso una analogía relacionada al fútbol para explicar cuál fue su participación en el descubrimiento del bosón de Higgs.

"Para marcar un gol no solo necesitas un delantero, necesitas a todo el equipo que es el que necesita que el delantero marque. Nosotros, el equipo de científicos del CERN, teníamos delanteros que fueron los que la descubrieron realmente, pero detrás estaba todo el equipo de obreros que éramos lo que hacíamos que eso fuera posible", explicó. La partícula del bosón de Higgs se crea y se destruye muy rápido, por lo que no se puede ver.

La única forma de verla es porque cuando se destruye lanza "cosas". Santaolalla las estudiaba. "Éramos miles de personas, cada una estudiaba una cosa diferente que lanzaba para crear todo el puzzle, para que el delantero lo viera y dijera 'eso es un bosón de Higgs", detalló.

Después de trabajar durante cuatro años en el CERN, mayor laboratorio de investigación en física de partículas del mundo, Santaolalla comenzó a hacer comedia en teatros, a escribir su primer libro y a firmar un contrato con una productora de televisión para hacer su propio canal de ciencia. Después decidió abrir sus propios canales en YouTube: 'Date un Voltio', 'Date un Vlog'y 'Date un Mi'.

El físico y youtuber español Javier Santaolalla
El físico y youtuber español Javier Santaolalla | EFE

Gracias a esta plataforma, Santaolalla ha logrado llegar a miles de jóvenes alrededor del mundo y cumplir poco a poco su objetivo de acercarlos más a la ciencia y hacer que se interesen por seguir carreras en ese campo. "Es un gran reto porque vemos que ocurre en todo el mundo una carencia de vocaciones científicas. Uno nota cuando trabaja en el ámbito académico cómo los chicos van perdiendo su curiosidad por la ciencia", comentó.

Considera que uno de los motivos por los cuales se pierde esa curiosidad es porque no se alimenta bien. "Creo que alimentando esta curiosidad, fomentando y haciendo que florezca y crezca es como se puede hacer que se vayan dirigiendo las vocaciones hacia las carreras científicas", manifestó.