Poder observar los átomos, incluso los de elementos químicos tan ligeros como el litio o el oxígeno podrá ser posible gracias a este microscopio.

Se llama JEOL JEM GRAND ARM 300 cF y sólo existen dos más como él en Alemania y Japón. Forma parte de la Instalación Científico Tecnológica Singular (ICTS) del Centro Nacional de Microscopía Electrónica de la Universidad Complutense de Madrid y entrará en funcionamiento dentro de una semana.

"Antes veíamos átomos de tamaño superior al del sodio y ahora podremos observar todos los elementos más ligeros del sistema periódico", explica José González Calbet, director del Centro Nacional de Microscopía Electrónica. 

Los experetos explican que distinguir el oxígeno presente en los óxidos, el litio de las baterías o el carbono de materiales revolucionarios como el grafeno resulta esencial para explorar todas sus posibilidades.

Así, con este nuevo microscopiose se abre la puerta a nuevo estudios más detallados de los materiales con innumerables aplicaciones, en particular en el sector de las telecomunicaciones y de los eléctrónicos o en el desarrollo de baterías más eficientes. 

Este microscopio es único por su capacidad para discriminar dos puntos separados a una distancia de 0,05 nanometros, es decir, 10 millones de veces más pequeña que medio milímetro. 

Calbet lo explica con el siguiente ejemplo: "Si de noche alguien se sitúa a 10 kilómetros con dos cerillas encendidas, una en cada mano, las veremos pero no seremos capaces de distinguir si hay una o dos cerillas". De ahí que la resolución sea más importante que el número de aumentos. 

Haciendo un ejercicio de escalas, con esta tecnología se podría observar un garbanzo sobre la superficie de la Luna.