La enfermedad de Alzheimer, la causa más común de demencia en el mundo, aumenta cada año, al igual que la esperanza de vida. En su etapa preclínica es cuando se muestran los síntomas y no antes, pero un equipo de investigadores del 'Centro de Tecnología Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid', propone el uso de la magnetoencefalografía para ayudar a detectar un posible inicio de la enfermedad.

Las personas mayores con quejas subjetivas de memoria no presentan deterioro cognitivo al realizar una evaluación neuropsicológica, es decir, las herramientas diagnósticas actuales los etiquetarían como personas mayores sanas y normales, según los expertos. Pero muchas que presentan el sentimiento subjetivo de pérdida de memoria y deterioro, pueden ser indicios claros de Alzheimer. Esto es lo que están tratando de comprobar mediante la magnetoencefalografía.

Para ello se registró la actividad magnética cerebral de cada uno de los participantes mediante este método. Lo que hace esto es medir como se comunican entre sí las regiones del cerebro en cada uno de los participantes.

Al comparar al grupo de pacientes con deterioro cognitivo leve, con el grupo control, se encontraron desconexiones en los pacientes cuyo cerebro ya había empezado a deteriorarse. Sin embargo, el resultado más relevante del artículo es que las personas mayores con quejas subjetivas de memoria y sin deterioro cognitivo mostraban un patrón de alteraciones en su conectividad funcional muy similar al de los pacientes cuyo cerebro sí estaba deteriorado.

La importancia de este trabajo radica en la posible utilidad de una herramienta como la magnetoencefalografía para adelantarse al desarrollo de la enfermedad del Alzheimer en estadios tempranos, aunque los expertos prevén necesario realizar más estudios para discriminar qué individuo tiene más probabilidades de padecer la enfermedad.